Alpine Elementary ha sido una parte importante de la comunidad durante 20 años, y pocas personas encarnan ese legado como Leslie Cortez. Antigua alumna de la escuela, Cortez ahora trabaja como profesora de educación especial, regresando al lugar donde comenzó su trayectoria.

Como parte de la primera promoción de alumnos de Alpine, Cortez guarda muy buenos recuerdos de su estancia allí. «Todavía pienso en las relaciones que establecí aquí y en todas las experiencias en las que participé», comentó. «Los alumnos de quinto curso acaban de ir al Cal-Wood Education Center, y eso me ha traído recuerdos de mi viaje cuando tenía su edad. Es una de esas cosas que se te quedan grabadas».

Volver a Alpine ha sido especialmente significativo para ella, ya que ahora trabaja junto a su antigua profesora de primer grado, Amber Marsolek, que ahora es la directora de la escuela. «Es como cerrar el círculo», afirma. «Recuerdo que ella hacía que la escuela fuera divertida y segura para mí, sobre todo porque estaba aprendiendo un idioma completamente nuevo. Ahora, volver y tenerla no solo como compañera de trabajo, sino como directora, es realmente especial».

Cortez decidió regresar a Alpine debido a la profunda conexión que tiene con la comunidad. «Cuando estaba buscando un lugar para enseñar, Alpine me pareció el lugar ideal. Quería devolverle algo a la comunidad en la que crecí», explicó. «La misión de la escuela de formar alumnos que puedan marcar la diferencia en el mundo es algo que me llega al corazón. Quiero que mis alumnos salgan de aquí sintiéndose seguros y preparados para tener un impacto».

Su decisión de convertirse en maestra de educación especial se basó en sus experiencias personales. Cuando los miembros de su familia recibieron servicios de educación especial, ella fue testigo del impacto positivo que esto tuvo en sus vidas. Esto la inspiró a seguir una carrera en la que pudiera brindar el mismo apoyo y marcar una diferencia para otras familias.

Para Cortez, lo más gratificante de su trabajo es ver cómo sus alumnos crecen y alcanzan el éxito. Ver cómo superan obstáculos y alcanzan sus metas personales le proporciona una profunda sensación de satisfacción. También valora las sólidas relaciones que establece con sus alumnos y sus familias, lo que considera uno de los aspectos más significativos de su trabajo.

En cuanto a lo que espera que sus alumnos aprendan durante el tiempo que pasan con ella, los objetivos de Cortez son claros. «Quiero que mis alumnos se sientan seguros de sus capacidades, ya sea en lectura, escritura o matemáticas. Más que nada, quiero que sepan que pueden hacer cosas difíciles y alcanzar las metas que se proponen».

Al reflexionar sobre su propia trayectoria, Cortez se siente orgullosa de lo que ha logrado. «Ser de primera generación, aprender un nuevo idioma y ser la primera de mi familia en ir a la universidad no siempre fue fácil», afirma. «Volver a Alpine como profesora es algo de lo que me siento muy orgullosa. Espero que mis alumnos vean que ellos también pueden superar obstáculos y seguir sus pasiones».